jueves, 16 de abril de 2009

Historia

La Guardia Nacional de Venezuela, fundada el 4 de agosto de 1937 por el entonces Presidente de la República, ilustre General en Jefe Eleazar López Contreras tiene, desde sus raíces primarias y primigenias, un crisol de principios que envuelve la naturaleza humana de quienes la integran como su valor más preciado: hombres y mujeres, cual el común de los venezolanos que asumieron el rigor del deber ser por mandato de una expedita vocación de servicio.

Cabe señalar apenas se abrieron las aulas para la clase inaugural de nuestra originaria alma máter, la Escuela de Formación de Guardias Nacionales, a fecha 28 de octubre de 1936, nuestro fundador dijo, entre otras, estas palabras: "(...) ayer, cuando llegaron a la escuela, traían el espíritu de la provincia, el sentimiento del verdadero pueblo, que han sabido compaginar con el espíritu militar. Hoy vuelven a estar en contacto con el sentir del pueblo, el de los buenos ciudadanos al servicio del Estado, poniendo allí también, el espíritu de abnegación y sacrificio que rige a nuestras instituciones". por su parte, el Capitán de la Benemérita Guardia Civil Española, asesora del instituto, Don Cecilio Marrero Suárez, dejó sentado, en su Clase Magistral, estas hermosas frases: "Desechad desde este momento, en que voluntariamente abrazáis esta noble y caballerosa profesión, toda idea que envuelva aspiraciones o ventajas materiales en el ejercicio. no pidáis nunca compensaciones a vuestros desvelos. Seréis caballeros andantes por estos campos solitarios, donde seguramente encontraréis fatigas propias, duelos de mitigar y entuertos que deshacer. La recompensa será únicamente la satisfacción del deber cumplido. El premio, la buena obra realizada y el beneplácito de la sociedad que no os regateará el aplauso que generosa y anónimamente os ofrecerá como granito de arena que formará el pedestal en que todos os elevareis juntamente con la Institución".

Al leer las respectivas palabras de nuestro fundador y de nuestro primer asesor -quien por otros títulos también es forjador, nos damos cuenta de que hay un summun de principios y de valores éticos realmente hermosos. El ilustre soldado nos habla del "sentimiento del verdadero pueblo que ha sabido compaginar con el espíritu militar"; y el gallardo Capitán nos lleva de la mano por el sendero de la honestidad, de la nobleza de carácter, de la sencillez personal, de la solidaridad, del coraje y de la altura de miras profesionales.

Estos dos conceptos, cristalizados en una magnifica expresión moral y espiritual, traducen la envoltura humana de la Guardia Nacional, aun por encima de cualquier situación aislada y muy personal que atañe a lo que el filósofo español Ortega y Gasset llamó "el hombre y su circunstancia".

Al ponderar las razones éticas y los principios morales de que está revestida la figura de la institución Guardia Nacional, bien podemos pensar que El Honor como Divisa, no sólo representa lo emblemático de su intrínseco valor, sino, igualmente y en grado sumo, lo que por mandato de conciencia se halla interiorizado en el yo adentro de las convicciones de todos los centinelas permanentes de la Patria.

No hay comentarios:

Publicar un comentario